En su reciente libro, “Ganando Más y Promovido Más Rápido”, Brian Tracy es objetivo y directo al relacionar veintiún maneras para estar delante del mundo corporativo. Los títulos de los capítulos son:
“Empiece Más Temprano. Trabaje Duro y Quédese hasta más tarde”.
“Coloque a las personas en primer lugar” y “Concéntrese en la Meta”, vaya directo al asunto. Sin embargo, me llamó la atención el capítulo intitulado “Arremeta a la línea de frente”.
Para donde quiera que yo mire, las personas están haciendo exactamente esto: arremetiendo a la línea de frente de las promociones, arremetiendo a la línea de frente en el tráfico embotellado o arremetiendo a la línea de frente en la cafetería.
La Biblia nos habla de un Jefe Cobrador de impuestos llamado Zaqueo, él sabía cómo arremeter a la línea de frente cuando la cuestión era promoverse y ganar dinero. La tendencia de acumular riquezas, posición social y obtener éxito lo llevaron a utilizar medios deshonestos y las personas a quienes él debería servir, pasaron a odiarlo.
Cuando oyó hablar que Jesús venía en su dirección, Zaqueo arremetió a la línea de frente. Siendo de baja estatura y extremadamente impopular, él no pudo atravesar por medio de la multitud, por eso subió a un árbol. Jesús lo vio y para sorpresa de los líderes religiosos y de la multitud que lo rodeaba, decidió pasar el día en la casa de él.
Cuando Zaqueo se encontró con Jesús sintió una completa transformación en su corazón, prometió corregir todos los errores cometidos y empezar a vivir de manera distinta.
Zaqueo poseía un significativo poder sobre las personas en su período de Cobrador de impuestos. Pero, cuando Jesús entró en su vida, él se dio cuenta de que, al contrario de usar su posición, necesitaba servir a las personas de manera justa e íntegra. Jesús dijo esto: “El que quiera ser el primero de entre vosotros, deberá tornarse siervo de Ustedes” (Mateo 20.27).
Como líderes, hoy necesitamos aprender la misma lección. Nuestro trabajo debe servir a quienes lideremos. Para ayudarnos a ser siervos que lideran, he aquí algunas sugerencias de Pablo el mayor líder-siervo de la Biblia:
Dé a los otros un tratamiento preferencial. Cuando su instinto le diga para arremeter a la línea de frente, permita que otra persona vaya adelante. Pablo dijo a sus amigos en Roma: “…En todo den preferencia unos a los otros” (Romanos 12.10).
¡Haga que alguien se sienta la persona más importante! Demuestre un interés genuino por los otros. Es muy frecuente trabajar con alguien durante muchos años y no llegar a saber de algo muy importante a su respecto.
Preguntamos, “¿Cómo está?”, y lo que realmente esperamos es que nadie responda de otra manera que no sea la de siempre, “Bien, gracias”. Pablo elogió a su compañero Timoteo diciendo: “… Él se preocupa sinceramente con el problema de Ustedes” (Filipenses 2.20).
Ayude en la Tarea “Menos Importante”. La visión del ex presidente Jimmy Carter mezclando cemento y pegando ladrillos en la construcción de casas para las personas sin techo de todo el mundo, ha inspirado a millones para trabajar en proyectos de construcción “Hábitat para la Humanidad”.
El corazón de un líder-siervo brilla al ayudar a terminar la tarea más servil. Pablo dijo a los obreros de Efeso: “Trabajen con placer como si estuvieran sirviendo al Señor y no a las personas” (Efesios 6.7).
Sirva a las personas con amor. Este gran mandamiento debe guiar todas nuestras acciones. ¡Al contrario de arremeter a la línea de frente, seamos líderes que sirven a las personas con amor!. “… No se dejen dominar por los deseos humanos. Sino, que el amor haga con que sirvamos los unos a los otros” (Gálatas 5.13).