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LA ORACION DEL PADRE NUESTRO

Por Larry Lea.  Traducido por Ministerios Verbo Guatemala 1986

GUIA DE ORACION

ASI QUE: ¿NO HABEIS PODIDO VELAR CONMIGO UNA HORA?

I.      PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN LOS CIELOS SANTIFICADO SEA TU NOMBRE

  1. Imaginese el Calvario y agradezca a Dios porque puede llamarle “Padre” por medio de la sangre de Jesús.
  2. Santifique los nombres de Dios correspondientes a los cinco beneficios en el Nuevo Pacto y haga sus declaraciones de fe.
BENEFICIO NOMBRE SIGNIFICADO VERSICULO
PECADO JEHOVA-TSIDKENU Jehová nuestra justicia Jeremías 23:6
  JEHOVA-M’KADDESH Jehová el que santifica Levíticos 20:26
       
ESPIRITU JEHOVA-SAHLOM Jehová es paz Jueces 6:23-24
  JEHOVA-SHAMA Jehová está aquí Ezequiel 48:35
       
SANIDAD JEHOVA-RAPHA Jehová sana Exodo 25:26
       
EXITO JEHOVA-JIREH La provisión de Jehová será vista Génesis 22:14
  JEHOVA-SHADDAI Jehová es más que suficiente  
       
SEGURIDAD JEHOVA-NISSI Jehová es mi estandarte Exodo 17:15
  JEHOVA-ROHI Jehová es mi pastor Salmo 23

 

II.     VENGA TU REINO. HAGASE TU VOLUNTAD.

  1. En tu vida
  2. En tu familia (cónyuge, hijos, padres, y otros familiares)
  3. En tu iglesia
  4. En tu nación (ciudad, estado, líderes políticos y espirituales, cosecha)

III.  EL PAN NUESTRO DE CADA DIA, DANOSLO HOY

  1. Manténgase en la voluntad de Dios (vida de oración, iglesia, hábitos de trabajo, obediencia al dar)
  2. Crea que la voluntad de Dios es que sea próspero
  3. Sea específico
  4. Sea tenaz

IV.   Y PERDONA NUESTRAS DEUDAS, COMO TAMBIEN NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES

  1. Pídale a Dios que te perdone
  2. Perdone y libere a otros perdonando lo que le hayan dicho y hecho.
  3. Decídase a perdonar a aquellos que pecaron contra usted.

V.  Y NO NOS METAS EN TENTACION, MAS LIBRANOS DEL MAL

A. Póngase la armadura completa de Dios. (vístase del Señor Jesucristo)

  1. Ciñe sus lomos con la verdad
  2. Vístase con la coraza de la justicia
  3. Calse sus pies con el apresto del evangelio de la paz
  4. Tome el escudo de la fe
  5. Tome el yelmo de la salvación
  6. Tome la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.

B. Ore por un cerco de protección (Tu eres mi refugio, mi fortaleza, mi Dios)

  1. Porque he puesto al Señor por habitación
  2. Porque El ha puesto su amor sobre usted
  3. Porque El ha conocido mi nombre

VI.  PORQUE TUYO ES EL REINO Y EL PODER Y LA GLORIA POR TODOS LOS SIGLOS. AMEN.

  1. Haga sus declaraciones de fe
  2. Regrese a la alabanza

PROLOGO

Al mismo tiempo que se disciplina en orar utilizando este modelo y logra llegar a la presencia de Dios, la oración hará que su vida fluya, así como fluía la vida de Jesús. Si usted no comienza a orar, de aquí a un año, no podrás tener una relación más profunda con el Señor de la que tienes ahora. El Espíritu de Dios, quiere enseñarle a caminar en el yugo que El ha provisto para usted.

Toda la gente quiere cambiar. Pero el cambio exige voluntad y disciplina antes de que podamos disfrutarlo. Siempre nos encontramos con la agonía de elegir antes de la promesa de cambiar. Nosotros tenemos que elegir seguir a Dios. Esa elección la hacemos mientras aprendemos a esperar en El, dejándolo decirnos cuál es su voluntad. Entonces, viene el cambio.

¿Está contento de que Jesús haya tomado la decisión correcta en el jardín de Getsemaní? Un día, su decisión de permanecer en oración con el Señor diariamente, por una hora, cambiará la vida de muchos. ¿Quiere escoger Su voluntad?

Dios está buscando creyentes que se paren en la brecha a interceder. Está buscando creyentes que lo adoren. El anhela siervos que velen en Su presencia hasta que sean dotados del poder de lo alto y después salir a llevar a cabo sus mandatos. ¿Contestará usted, “Señor, haz que esta casa de barro sea una casa de pureza, de oración, poder y alabanza para tu gloria”? ¿Lo hará?

PADRE NUESTRO II

Venga Tu Reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra.

INTRODUCCIÓN:

Conscientes de que, aunque queremos orar, el como hacerlo es la parte más difícil, hemos llegado a la conclusión que esto se debe a la mentalidad que se nos ha formado y estamos en el proceso de renovar nuestro entendimiento para que, al pensar de acuerdo a las directrices bíblicas, podamos experimentar el gozo y la libertad de la oración.

Eso nos lleva a considerar el llamado “Padre Nuestro” como un bosquejo que muestra el “COMO” orar y lo estamos considerando en seis diferentes etapas.

Es importante recordar los dos elementos anteriores por que ellos ponen la base de esa confianza para acercarse a Dios, son el hecho de que Él es nuestro Padre y los beneficios de santificar Su nombre.

Una vez establecida esa verdad de nuestra identidad espiritual y de Su provisión, pasamos a la segunda etapa en la cual aprendemos a pensar de acuerdo a las prioridades de Dios. Puesto que este modelo es enseñado por Jesús, el orden de los factores sí altera el producto. Recordemos que a Jesús le pidieron que les enseñara a orar y en respuesta a la petición de los discípulos, Jesús les enseño la oración modelo.

Ahora notemos que la primera petición que les enseñó a hacer, aun antes que pedir el sustento, vital para la existencia; o el perdón de los pecados, indispensable para tener comunión con Él, fue que Su Reino se manifestase entre nosotros y Su voluntad se cumpliese en la tierra de la misma forma que se cumple y obedece en el cielo.

Puesto que también ya nos había dicho en Mateo 4:3-4 “…escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Debemos entender que Su Reino debe ser más importante para nosotros, que cualquier otra cosa.

Eso nos habla de que si realmente queremos disfrutar la comunión con Él y que esa oración se haga realidad manifestándose Su Reino entre nosotros, nuestra actitud debe ser la de necesitarlo tanto como, si no más, que el pan que comemos.

Venga Tu Reino, sea hecha tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra.

Esta segunda etapa de la oración tiene como Propósito el ayudarnos a establecer prioridades en nuestra vida. Cuántas veces, especialmente a principio de año, se hacen tantos planes y se establecen metas o propósitos, lo cual es bueno, pero conforme pasa el tiempo se dejan por un lado o se olvidan.

Una vez más, no es que no se sea sincero al hacerlos sino que carecemos de las herramientas adecuadas para llevarlas a cabo o para mantenerlas delante de nosotros. El Propósito de esta etapa es precisamente la respuesta a ese punto, por medio de incluir un elemento en nuestra oración diaria, que sirva de recordatorio al mismo tiempo que como una medida de chequeo en cuanto a como vamos lográndolo.

Al decir “Venga Tu Reino”, ¿Qué imagen o idea se forma en su mente?. Hago esa pregunta porque como ya dijimos, depende de la información que tengamos la forma en la que interpretaremos las cosas y el único campo en que el enemigo puede afectarnos en el de la mente. Note como ha atacado el Reino de Dios.

Por medio de anunciar que es solo espiritual y que no habrá de manifestarse sino hasta que Cristo regrese otra ves, se evade la responsabilidad de ser luz en los ámbitos de moral nacional, de la defensa de los derechos inalienables y de manifestarse ante las injusticias que son obvias a todos.

Por medio de remontarlo al cielo y separarlo del contexto terreno, hasta se justifica no interesarse en la ecología y contaminación de las aguas, la depredación de bosques etc. porque al fin y al cabo, todo esto es temporal, no es nuestra morada eterna y nos vamos a ir a vivir al cielo.

Ante esa clase de actitud y pensamientos, consideremos lo siguiente: El solo hecho de mencionar un Reino implica que hay un Rey, Jesús; y puesto que Pablo dijo que “…el Reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder” (1 Corintios 4:20).

Al enseñarnos Jesús a pedir que el Reino de Dios venga a la tierra y que la voluntad de Dios sea hecha y cumplida de la misma forma que se hace en el cielo, está diciendo que espera en sus siervos o súbditos aquí en la tierra, el mismo orden, el mismo ambiente y la misma actitud que manifiestan sus súbditos en el cielo y consecuentemente, también produciría en los súbditos en la tierra, la misma autoridad, poder y representatividad que la que de sus súbditos en los cielos.

Así que conviene enfatizar que la Exhortación Bíblica es la de Traer el Reino, no de Ir a Él.

¿Qué es el Reino de Dios?

Lo primero que tenemos que hacer es ponernos de acuerdo con la Biblia en cuanto a qué es el Reino. “porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. (Romanos 14:17)

Primero note las siguiente exhortación: “Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. (Mateo 6:33) ¿Por qué no dijo y su paz o su gozo? Porque estos son fruto de la justicia.

Segundo considere esta declaración: “Les presentó otra parábola diciendo: “El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo. Esta es la más pequeña de todas las semillas; pero CUANDO crece, es la más grande de las hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.”

Por lo tanto, al venir a esta etapa de la oración debemos de tener en nuestra mente que lo que buscamos es poner en primer lugar las cosas que son importantes para Dios y que la forma práctica de hacerlo se resumirá en aprender a hacer lo que es justo en cada situación de nuestra vida, comenzando en lo pequeño y creciendo a abarcar lo grande. Veámoslo.

Cuatro Áreas Principales en las que se Debe Establecer Su Reino.

Pensando en ese proceso de crecimiento, el Reino de Dios debe establecerse primero nuestra vida individual, luego crecer al siguiente ámbito cercano que es nuestra familia, en tercer lugar está la institución de la Iglesia compuesta por una familia más grande y en cuarto lugar nuestra nación.

1.     Nuestra Vida

Los principios de la palabra de Dios operan de adentro para fuera y de lo pequeño a lo grande; además sabemos que todo se reproduce según su genero y naturaleza, por lo tanto primero hay que establecer la justicia de Dios en uno antes de poder expandirlo a otras áreas.

Santiago dice: “y el fruto de la justicia se siembra en paz por aquellos que practican la paz”. Uno de las condiciones que se ponía a los sacerdotes es que ellos primero tenían que ofrecer sacrificio por sus propios pecados antes de interceder por el pueblo y si osaba entrar a ministrar sin estar justificado, caía muerto.

¿Como hacer justicia en nuestra vida?. Justicia implica que debe haber una norma o ley por medio de la cual saber lo que es bueno y lo que no. Esa ley es la ley de Dios, Su palabra; por ejemplo, Jesús resume la ley en amar al prójimo COMO a uno mismo. Eso implica que uno debe amarse primero para poder amar a los otros.

Quien tenga poca auto estima no puede amar a nadie; quien no se ponga de acuerdo con la Palabra de Dios en relación a identidad, responsabilidad, trabajo etc. no esta practicando justicia.

Por eso fue que el mensaje de Juan el Bautista y el mensaje inicial de Jesús fue “Arrepentios porque el Reino de Dios se ha acercado”. Arrepentirse implica cambiar de forma de pensar, de actitud y de forma de actuar.

Al orar venga tu reino a mi vida, ha y que visualizar a Jesús sentado en el trono de nuestro corazón y reconocer Su señorío y autoridad en todo aspecto y relación de nuestra vida. ¿Cómo quiere establecer Su Reino a través de mi.

2.     NUESTRA FAMILIA

Prácticamente es lo mismo, solo que las responsabilidades cambian; de allí que para hacer justicia en la familia cada quien debe cumplir su función, y esa es la palabra clave. Función.

En valor y esencia no hay diferencia entre hombre y mujer, padres e hijos; pero en función sí, y no respetar esas funciones es injusto por lo tanto no se experimenta el poder ni la paz y gozo del Reino.

Al orar que venga el reino a la familia hay que pedir por cada uno de los miembros de acuerdo a sus funciones y responsabilidades especificas. estudio, trabajo, matrimonio, etc.

Algo sumamente importante de repetir es que la paz y el gozo son fruto de la justicia, por lo tanto para experimentarlos en la relación familiar se necesita practicar justicia primero.

3.     NUESTRA IGLESIA

Al expandir el circulo de relación llegamos a la Iglesia; es básicamente lo mismo que la familia solo que las funciones son más especificas; se requiere conocer lo que dice la Biblia en relación a las funciones del liderazgo y de los miembros; también las diferentes responsabilidades y alcances que se supone hacer la Iglesia en la sociedad siendo luz y sal.

Una idea de las cosas a pedir en la oración son: El liderazgo, sabiduría, unción, visón, protección, etc.; la fidelidad de los miembros, crezcan en conocimiento, reconozcan sus funciones, etc.; la cosecha o avivamiento, crecimiento en todo, numero, poder, influencia, etc.; y la función de voz profética a la nación.

4.     NUESTRA NACIÓN

Esta es una de las partes mas descuidadas y en realidad es la principal parte de la gran comisión “Id y haced discípulos a las naciones”. Un discípulo es un alumno, de allí que Jesús ordenara enseñándoles que guarden todo lo que os he mandado.

Pablo da instrucciones clara de que orar; por los hombres en eminencia; y aclara para qué, para que vivamos quieta y reposadamente, lo cual es fruto de justicia; La Biblia también dice que al respetar la ley de Dios en una nación, El bendecirá la tierra, el comercio, etc.; hay que pedir que se haga la voluntad de Dios en nuestra nación, que se haga justicia, que el pueblo conozca sus responsabilidades y privilegios.

CONCLUSIÓN:

El Propósito de esta etapa es que aprendamos a orar de acuerdo a la voluntad de Dios, también que nos demos cuenta de lo importante de ordenar nuestras prioridades cada día y eso a la vez, nos ayuda a ponernos metas de corto, mediano y largo plazo.

Será conveniente que al ir leyendo la Biblia nos demos cuenta de que cosas dice en relación a la vida personal, familiar, eclesiástica y nacional; y que apuntemos en un papel aparte esas cosas para que al orar por alguna de estas áreas, pidamos de acuerdo a la voluntad de Dios.

Al seguir este modelo, pueda ser que al principio podamos mencionarlo todo en solo momento de oración, pero conforme el conocimiento aumente y la lista crezca, se pasará nuestro tiempo de oración sin que podamos abarcarlo todo; se puede para en alguna de las etapas y continuar durante el día en cualquier otro tiempo que se tenga, mientras se maneja, o se baña; etc.

Esto también nos da una muestra de a que se refiere la Biblia cuando dice “orad sin cesar”, porque todo el tiempo habrá más de alguna de estas cosas por las cuales pedir.

“Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad” en mi vida, mi familia, mi iglesia, mi nación, para que se experimente tu poder, tu paz y tu gozo, en mi, mi familia, mi Iglesia y mi nación.

PADRE NUESTRO III

El Pan Nuestro de Cada Día, Dánoslo Hoy

INTRODUCCIÓN:

Conforme estamos analizando el modelo de oración, vemos que Dios hace las cosas ordenadamente y con Propósito. Por eso lo primero que nos enseña a orar es la posición correcta con Dios y lo que eso implica; luego pasamos a buscar Su voluntad para establecer nuestras prioridades y ahora, para que podamos cumplir con aquellas tareas que de ese conocimiento hayan surgido, nos enseña a pedir y apropiarnos de los medios necesarios para cumplirlas.

El Pan Nuestro de Cada Día, Dánoslo Hoy.

Obviamente, al hablar del pan nuestro no nos referimos literalmente a pedir pan, sino que hablamos de las necesidades materiales en general. Recordemos que al decir Pablo, lo que es el Reino, aclara que “no es comida ni bebida”. indicando así que no se limita ni depende de las cosas materiales.

Otro ejemplo es cuando Pablo le dice a Timoteo que hay algunos enemigos de la cruz y los identifica diciendo: “cuyo dios es el vientre” y aclara a que se refiere al decir “que solo piensan en lo terrenal”

Algo sumamente importante en esta etapa es que, así como dije al principio respecto de la oración, que los pensamientos erróneos en cuanto a nuestra efectividad nos limitan de disfrutarla, de igual manera, hay pensamientos erróneos en cuanto a la provisión de Dios que deben ser desarraigados y renovados con la Palabra de Dios.

Dios suple todo lo que nos falta, pero lo hace a través de los principios claros y establecidos en Su palabra. Es cierto que toda regla tiene excepciones, pero uno no debe vivir de acuerdo a las excepciones sino que de acuerdo a las reglas y dejar que Dios se encargue de las excepciones.

Eso implica que no importa cuanto se pida por el pan nuestro de cada día, si la persona no diezma, no trabaja y no tiene una actitud dadivosa, no prosperara. Dios promete bendecir todo aquello a lo que pongamos nuestras manos, eso significa trabajo; y los ejemplos abundan de como no debemos mirar para atrás una vez que empezamos a arar.

Por lo tanto entendamos que Dios si quiere que tengamos riquezas; el dinero no es maldición ni raíz de los males, sino que el amor al dinero, el mal uso del dinero. La Biblia dice claramente que Dios “…da el poder para hacer las riquezas a fin de (o sea con el Propósito de) confirmar Su pacto…” (Deuteronomio 8:18)

Así que es necesario renovar el entendimiento en cuanto al trabajo y la adquisición de riqueza. Es contrario a la voluntad de Dios conformarse con tener suficiente solo para vivir yo y los míos, debemos pensar en establecer el Reino de Dios y su justicia y no sacar textos fuera de contexto.

Por ejemplo, ¿A qué se refiere Pablo al decir “así que teniendo sustento y abrigo estad contentos con esto”? (1 Timoteo 6:8). ¿Dice eso que no aspiremos a más y que estemos satisfechos? NO. El contexto se refiere a los que aun usan la piedad, el evangelio, las cosas de Dios, PERO no para establecer el Reino de Dios sino como fuente de ganancias.

Una vez más, el punto es poner la confianza en las riquezas no en el Dios que las da; y al seguir leyendo esa misma porción (17-19) nos podemos dar cuenta las instrucciones que Pablo da a los ricos y ver que básicamente se refieren en actitud.

“no sean altivos…”, “…no pongan su confianza en las riquezas… sino en el Dios vivo” pero luego noten lo que dice de ese Dios vivo: “…que nos da todas las cosas en ABUNDANCIA PARA QUE LAS DISFRUTEMOS”. Y puesto que el contexto habla de riquezas, sería incorrecto suponer que “todas las cosas” se refiere solo a cosas espirituales.

Otro texto que se puede considerar es proverbios 30:7-9. donde Agur pide “…No me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan necesario”. y luego aclara por qué hace esa petición “…no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿quien es Jehová?. O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios”.

 Notemos que no está señalando las riquezas como malas sino que teme por su propia actitud, por lo que él pueda hacer al tener riquezas; su motivación es la de no caer en el engaño de las riquezas. Por otro lado, notemos que tampoco quiere la pobreza sino que tener lo necesario; y eso nos lleva a otra consideración ¿Lo necesario para qué?

El pan nuestro no debe pensarse que se refiere a solo lo necesario para subsistir, porque recordemos el contexto de la palabra de Dios.

  • Como padre de familia me supongo dejar herencia mis hijos, ¿Cómo voy a hacerlo si solo tengo para existir?,
  • Como iglesia nos suponemos ser luz y sal, eso implica afectar nuestra sociedad, ¿Cómo vamos a llegar a los medios de comunicación, si solo tenemos para pagar la renta?
  • Como ciudadanos debemos participar en establecer justicia y juicio en la nación, ¿Cómo participar personalmente o apoyando a otros si no hay los recursos?

En resumen ¿Qué clase de testimonio estoy dando para provocar sed en otros que quieran lo que mi Dios me da?.

Al llegar a la etapa de pedir “el pan nuestro” debemos de pensar en el contexto de lo que ya hemos orado.

PRIMERO, hemos establecido nuestra relación con Dios. No solo hemos entendido el privilegio de ser hechos sus Hijos sino que nos hemos apropiado de las bendiciones y beneficios de Su nombre.

SEGUNDO, hemos establecido nuestras prioridades conforme a Su Reino y voluntad. Estamos en esta tierra para obedecer Su mandato de llenar la tierra y sojuzgarla, es decir, señorear en ella; pero sabemos que El no nos ordena hacer algo sin darnos los medios para cumplirlo, lo que nos lleva al tercer paso.

TERCERO, le pedimos todo lo que sea necesario para cumplir Su voluntad en las tareas especificas que Su palabra nos requiere.

¿Qué necesito para estar en la voluntad de Dios y establecer Su Reino y justicia en mi vida personal?, Como lo más importante es mantener una actitud correcta, primero debo aprender a estar contento cualquiera que sea mi situación, en abundancia o escasez. Desde luego, debo ser diligente en trabajar para que Dios pueda bendecir la obra de mis manos.

Quien no tenga una actitud de gratitud por el trabajo sino lo mire como una carga, no está poniendo sus prioridades en armonía con las de Dios; porque fue Dios quien creo el trabajo y Jesús dice que el Padre está trabajando y El también.

¿Qué necesito para cumplir mi función especifica en la familia?, Aquí ya debo venir con la actitud correcta, pero debo añadir la responsabilidad que Dios me pone de proveer para los míos.

La educación es responsabilidad de la familia, no del Estado; ¿Tengo los recursos para proveer la educación de mis hijos?.

La Biblia dice que los padres son los que dejan herencia a los hijos ¿Tengo los recurso para dejar los medios necesarios para que mis hijos puedan iniciar y desarrollar su vida? etc.

¿Qué necesito para desarrollar y usar las herramientas, talentos dones, etc., que Dios me ha dado para cumplir mi rol en la Iglesia?, Consideren como ejemplo la restauración de la alabanza; se necesita dinero para gravar un casete, luego reproducirlo y distribuirlo; de lo contrario esa bendición no llega a los confines de la tierra donde Dios quiere que se restauren todas las cosas.

Como parte de la nación que soy, ¿Qué necesito para ser luz y sal de ella?; mi actitud y mi corazón, por muy sanos y correctos que estén, no pueden ser vistos por los hombres. Es cierto que Dios ve el corazón pero los hombres no; así que para ser luz y sal para los hombres debe de haber evidencias externas de la prosperidad interna.

CONCLUSIÓN:

Dios dijo “no solo de pan vivirá el hombre, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios” Y Pablo interpreta para nosotros lo que debe ser nuestro entendimiento al pedir el pan nuestro de cada día, si lo comparamos con cada palabra de Dios. Pablo dijo que no rehúso dar “todo el consejo de Dios”.

 La Biblia enseña claramente las responsabilidades de cada uno en su respectiva función; el trabajo y la buena mayordomía de todas las riquezas de Dios, son requeridas y recompensadas, mientras que la ignorancia, la pereza y la negligencia son castigadas.

Los ejemplos abundan en las parábolas, en las cuales Jesús enseña que al que tiene se le dará más y al que no usa lo que tiene, le será quitado. Y se refiere principalmente a cosas materiales.

Al pedir el pan nuestro de cada día debemos pensar en que estamos pidiendo lo necesario para establecer el Reino de Dios y Su justicia en las diferentes áreas de nuestra función y responsabilidad.

Y no olvidemos que Dios dice que esa función y responsabilidad, como Iglesia es la de hacer discípulos a las naciones, de ser luz y sal en la sociedad por medio de nuestro ejemplo.

 Como familia, educar a nuestros hijos, prepararlos físicamente, mentalmente, espiritualmente y materialmente para que puedan tener éxito en la vida; dejarles herencia.

Como individuos, no ser esclavos por medio de endeudarnos para cumplir esas otras responsabilidades; de allí que debemos prosperar en todo y buscar de Dios el poder de hacer riquezas CON EL FIN O PROPÓSITO de establecer Su pacto, Su reino, no nuestra vana gloria o erróneamente poner nuestra confianza en las riquezas.

 

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