La ocasión de que todas las cosas salgan mal los Domingos por la mañana son por lo menos siete veces más grandes que cualquier otra mañana durante la semana. La batería del carro esta descargada, el agua caliente está fría, la leche estaba amarga, ropa húmeda, Biblias perdidas, medias rotas, el despertador no funciona, los niños consumen nuestro tiempo, la plancha no calienta etc. etc., los ladrones se meten a nuestras casas Sábados por la noche solamente para robarnos uno de el par de calcetines que teníamos listos para ponernos el día siguiente.
Cuando regreso a mi niñez recuerdo todas estas cosas que escuchaba que pasaban en mi hogar, en la mañanas de Domingo, cuando nos levantábamos para ir a la iglesia con mi familia.
Nosotros vivíamos solamente una cuadra de la iglesia, pero nos tomaba tres horas y media, 97 galones de agua y tres carros para mover a toda mi familia de 8 de sus camas, a través de la bañera hasta la puerta de la iglesia. Mover a los hijos de Israel de Egipto a la Tierra Prometida no era nada en comparación a lo que nosotros teníamos que pasar en casa.
Para empezar, los Domingos por la mañana estábamos atados a una notable tradición familiar, …una siesta húmeda en la bañera. Ociosamente, cerrábamos la puerta con llave al único baño de la casa leíamos algo o pacientemente nos cortábamos las uñas. Cómo esa puerta sobrevivió tantos golpes por el resto de la familia creo que nunca lo sabré. Temperamentos encendidos eran dirigidos al despreocupado en la bañera…
-”¿todavía no vas a salir? ¡Vamos, abre la puerta!”
-”¡Apresúrate! ¡la reunión ya va a empezar!”
-”¿Quieres el desayuno servido allí…?”
-¡Ya vamos tarde!!”
Incluso telegramas de el Primer Ministro de Canadá eran ignorados. La Iglesia empezaba a las 9:45. Uno de nuestra familia llegaba cada 10 a 15 minutos entre las 9:35 y las 10:30. Un buen horario para una terminal aérea pero no para una iglesia.
Enfoquemos ahora éste fiasco familiar dominical. ¿Que es lo que realmente está pasando?
Primero: Dios no está siendo honrado. Actitudes para una propia adoración son formadas en adelanto. Isaías habló a aquellos que adoraban con sus labios mientras sus corazones estaban lejos de Dios (Isa. 29:13). Es casi imposible adorar a Dios cuando los últimos eventos sucedidos en casa todavía está en nuestras mentes.
Segundo: El Espíritu de Dios es interrumpido. Líderes de la alabanza se desaniman tratando de motivar a las personas quienes todavía están “humeando” sobre el cruce de palabras que tuvieron hace 15 minutos con su familia. La llegada de el último de mi familia era descortés e interrumpía el servicio.
Tercero: Hipocresía es promovida, palabras fuertes fueron intercambiadas en un momento y minutos después estamos bendiciendo a Dios. “De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así” (Stg. 3:10).
Entonces ¿que se puede hacer para llegar a la iglesia a tiempo con un mínimo de frustración? ¿dejar a los niños durmiendo en el carro? ¿acampar afuera de la iglesia Sábado por la noche? Aquí hay algunas ideas que posiblemente te ayudarán: Llama a una conferencia familiar para discutir el problema y descubrir soluciones. Permite que cada persona en la familia explique sus frustraciones los Domingos y que dé sugerencias pero no permite acusaciones.
Cuida de las actividades de Sábado por la noche. Dormirse tarde Sábados por la noche es un preludio de un Domingo caótico por la mañana. Planifica en irse a la cama temprano. Planifica anticipadamente, no estaba lloviendo cuando Noé hizo el arca. Prepara tus zapatos, ropa, calcetines, medias, bolsa de pañales, carruajes y Biblia anticipadamente.
Incluso puedes poner los utensilios de mesa para el desayuno del Domingo desde el Sábado por la noche. Si no hay suficiente agua caliente para todos los miembros de la familia, algunos pueden bañarse Sábado por la noche. Padres de familia, ayuden a sus esposas para que los niños estén vestidos y listos para el desayuno, especialmente cuando los niños son pequeños, (ella te amará por esto mucho más).
Empieza el día con alguna música cristiana, realmente esto hace una gran diferencia.
Fija una hora de salida que no requiera segundos para llegar, para evitar una carrera de carros en la carretera, planifica llegar 10 a 15 minutos temprano. Espera lo inesperado, Satanás hará lo mayor posible para estorbarte en tu adoración a Dios, ten discernimiento en esto.
Reafirma tu compromiso de compañerismo con los hijos de Dios, recuerda: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos lo tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuando veis que aquel día se acerca…” (Heb. 10:24-25).
Cuando llegues a la iglesia temprano, pasa esos momentos en oración y leyendo tu Biblia. Pídele a Dios que te hable, ¡El lo hará! ¡Ah! y debo de agregar, si te encuentras en la situación que ya vas tarde, no te detengas. …Calladamente entra, …sonríe al Ujier, y mira a tu reloj y sacúdelo (menéalo). El Ujier entenderá…
-¡todos hemos estado en la misma situación!!-